Concedanme lo que le concedieron a Descartes: dejenme dudar de todo, de absolutamente todo... pero no de los sentidos, sino de la razon. De los sentidos he desconfiado siempre, si no meto todo en mi cajita simétrica y ordenadita de Rn es como que no me terminan de cerrar las cosas... será por eso que lo inesperado me desestabiliza tanto... pero últimamente he aprendido a apreciarlo...mucho...
Pero me es dificil separarme de la razon, más aún cuando lo primero que escucho al abandonarla es mi futuro en la voz de Serrat o en las líneas de Homero... no quiero... no quiero let go, no me animo... Pero esto de racionalizar lo único que me ha conducido es a arrepentimientos, de no hacer cosas, de no decir cosas... me falta la impulsividad, el animarme a más, como dice cierta propaganda...
Me paro en el borde de la cornisa, me preparo para saltar, quedan segundos... pero no puedo desprenderme de la razón, no me animo a saltar...
Pero tengo que hacerlo, hiperventilarme, responder a los estimulos externos, con mi corazon, no con mi cabecita... supongamos que todo lo que me dice la razon es falso. ¿Qué sigue entonces? Tendria que hacer las cosas aunque racionalmente sean erroneas, tendria que manifestar mis sentimientos, tendría que abrirme más con las personas, no sólo con las dos con las que me siento comoda, no pensaria las cosas tres mil veces antes de decirlas... básicamente, no tendria tantos arrepentimientos... quiza si, pero unos que valen más la pena, unos por haberme arriesgado, por haber hecho las cosas que realmente quería en ese momento...
Si no usara la razon, me equivocaria mucho más en algunas cosas... pero no creo que en todas... seguro que no me cruzaría tanto de brazos, ni dejaría que me pasen tantas cosas por delante...
Pero esto me ha agotado, por lo menos emocionalmente, si alguien tan solo callara a Serrat en mi mente...
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